No todo lo que he visto es lo que me habría gustado ver, pero siempre he abierto bien los ojos.
Nos lo vamos a pasar como las ballenas.
La historia del día: "Me matriculé en la Escuela de Bellas Artes pero no me admitieron, mi media en la Selectividad no daba. O sea que me presenté como modelo para los alumnos y entonces no hubo problema. Todo el mundo me pintaba muy aprisa, menos un chico ya mayor. Creí que era ciego o que le gustaba. Aunque le llevaba varias horas terminar, nunca se sentía satisfecho. Luego comencé a trabajar en una cafetería".
Si creéis que vamos a correr más de lo debido, ya podéis esperar que la hierba crezca bajo vuestros pies.
Últimamente he aprendido muchas cosas pero todavía no sé cuáles.